Regálate un gesto de admiración

martes, 25 de febrero de 2014

Quiero compartir con vosotros un artículo que Vicenç Arnaiz escribió el 11 de Junio de 2002 en un periódico local de Menorca.

DIEZ MIL FLORES EN UNA CUCHARADA DE MIEL.

       La naturaleza es nuestro medio básico y ahora las abejas están a punto de acabar la temporada. Sus cometidos son: transportar el polen y elaborar la miel.

      Me gusta sentarme y contemplarlas.

      Una cucharadita de las de café contiene 10 gramos de miel. Para hacer 100 gramos, las abejas deben visitar, según las especies vegetales, cien mil flores.

      La abeja puede volar a 65km por hora... Cuando no va cargada. Cargada, sólo avanza a 30 km/h.

      Para elaborar un kilo de miel, la abeja debe hacer entre 125.000 y 150.000 viajes con el néctar a su colmena. Y a veces tiene que ir a diez flores para encontrar  suficiente néctar. Echad cuentas: un kilo de miel a veces supone 1.000.000 de flores.

      (...)

      El néctar recogido tiene demasiada humedad y se estropearía. Por lo tanto, cuando tienen el néctar recogido aún les quedan dos tareas:

      La primera labor que tienen que hacer cuando el néctar llega a la colmena es la transformación de los azúcares. Para "fabricar" la miel, las abejas deben digerir el néctar una y otra vez pasándoselo de una a otra. Cada una que lo recibe lo digiere un poco, y se lo pasa a la compañera.

      El segundo trabajo por hacer, cuando el néctar ya ha sido digerido unas cuantas veces (algunos autores dicen que hasta 150 veces) y depositado dentro de los paneles de cera, consiste en concentrarlo. Han recogido el néctar con tanta humedad que no se conservaría (fermentaría). Por eso, deben secarlo. Entonces, batiendo sus alas, crean dentro de la colmena corrientes de aire que "secan" la miel y la hacen más espesa y concentrada, muy dulce.

      Para hacer estas corrientes de aire mueven las alas 26.000 veces por minuto. Una sola no lograría nada, pero todas juntas y bien organizadas producen una corriente de aire que entra y sale de la colmena.

      (...)

      Un ruego: cuando toméis una cucharada de miel no hagáis tantas cuentas, pero sí regalaos un gesto de admiración. 


vía pinterest 1, 2, 3

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