La vida es como una caja de bombones...

miércoles, 16 de abril de 2014

La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. 

Ya lo decía Forrest, o mejor dicho, su madre (qué sabias las madres). A veces el bombón es de praliné y te mueres de gusto y otras te toca el de licor, que amarga un poco más.

Los últimos meses han sido de los del segundo tipo. Momentos que no esperas vivir y que llegan sin avisar. Pero así es la vida. Si Forrest pudo con sus aparatos, la guerra fría y el desamor de Jenny, ¿como no voy a poder yo con esto?

Cuando estás de bajón, no hay nada mejor que un buen plan de acción para subir el ánimo. Echar a correr sin rumbo hubiera estado muy bien, pero el deporte y yo tenemos una relación de incompatibilidad crónica, así que he preferido hacer otras cosas.

Descartando desde el primer momento el baño relajante, la mejor solución que se me ocurrió fue irme de compras. Ya sabéis, consumir nos hace sentir bien (aunque sea por un momento), y si encima el plan es ir con una amiga al sunday market, pues el subidón es doble. También me he he visto la última gala de Rocío Jurado en bucle y he llorado hasta secarme. Probarlo, funciona.

Vale, con eso solo no te sentirás mejor. Lo confieso, también tienes que cantar "como una ola" hasta quedarte sin voz. . Ahora me siento mucho mejor y me siento LA MÁS GRANDE. Y además mira qué mochila más bonita me compré de Urgôte.


¿Qué hacéis vosotr@s para levantar el ánimo?

4 comentarios:

  1. Pues a mi me funcionan dos cosas: salir a correr o a caminar con unos cascos (esto también me funciona muy bien cuando estoy enfadada), no te voy a engañar... camino más que corro... Y el cine, me pongo pelis raras (que son las que más me gustan) en el portátil y las veo en la cama con unas patatitas y cocacola, que el azúcar me anima y la peli me hace dejar de pensar en otras cosas, aunque sea durante dos horas (también es un plan estupendo los días de resaca ;-)). Soy muy vaga para hacer manualidades, cocinar o tener cualquier hobbie "productivo"...
    Ánimo chica! Si la vida te da limones... pide sal y tequila!

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  2. A mí, cuando estoy de bajón, me da por irme a comprar libros. Normalmente voy a verlos y me contengo porque si no me arruinaría, pero si estoy triste me los llevo sin contemplaciones. :) También me da por pillar algún capricho dulce, como los "cronut" o las palmeras de chocolate.

    Otra de las cosas que he hecho alguna vez es escuchar música. Recuerdo que el primer día de mi Erasmus estaba tristona y, para distraerme, me puse a escuchar música. El caso es que todas las canciones que tenía en aquel mp3 eran una depresión: que si Nek, que si Laura Pausini y "Se fue"... El empacho de azúcar y de tristeza de todo aquello me dio la risa, como si estuviera viendo una película de lo más cursi.

    Porque esa es una de las mejores cosas que pasan cuando uno está triste, y la autora Mariasun Landa lo describe muy bien en "La fiesta en la habitación de al lado": hay una parte de la mente que lo ve todo desde fuera, como si lo leyera, y así las penas son menos penas, aunque duelan.

    Un abrazo y mucho ánimo. Al fin y al cabo, la vida son rachas, y detrás de una mala llega un bombón de praliné.

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  3. Me encanta la mochila. Es chulísima.
    Definitivamente eso te sube el ánimo.
    Un beso guapa.

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  4. Genial la mochila! Anima a cualquiera.

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¡Gracias!