No me quito el pijama ni para salir de casa

De sobra conocida (conocidísima, oye) es mi afición por vestirme por capas. Puedo llevar la camiseta interior, una camiseta, jersey, camisa y abrigo. A veces incluso añado un chaleco o me pongo dos camisetas. Puede parecer muy moderno llevar la camisa por encima del jersey o ponerte capas de diferentes estampados, pero lo cierto es que todo está inventado y que esto es algo que viene de lejos.

Recuerdo que cuando iba al instituto había un compañero que, los días más fríos de invierno, llevaba el pijama por debajo de los vaqueros. A mí me parecía lo más horrible pero él lo defendía diciendo que iba muy calentito y que además, al llegar a casa, sólo tenía que quitarse la ropa de calle y meterse a la cama directamente.

Lo cierto es que, años después, me he reído recordando esos momentos mientras me ponía el pantalón del pijama por dentro de los calcetines.

¡Para salir a pasear con estas temperaturas cualquier truco es bienvenido! 

¡Lo mejor de estos paseos es volver a casa y tomarse un chocolate caliente!