Las despedidas

LAS DESPEDIDAS

¿A quién le gustan las despedidas? Espero que a mis queridos lectores no, así os quedaréis por aquí forever and ever. (Me han comentado que tengo que incorporar el inglés al blog, para darle más internacionalidad, y en eso andamos...) 

Creo que no descubro nada nuevo si digo que a mí no me gustan las despedidas. Pero me parece aun peor no tener nada o nadie de quién despedirte. En ocasiones admiro a esa gente que se mueve por el mundo sin asentarse en ninguna parte, haciendo de cada lugar su hogar. Yo soy incapaz, por mucho o poco que viaje, nunca pierdo de vista mis raices. Me gusta pensar que hay un lugar en el que me estarán esperando y al que podré volver cuando la cosa se ponga fea. 

Estas reflexiones me surgen al ver los barcos que atracan cada semana en el canal. Me gusta pensar de dónde vienen y a dónde van. Si ésta será su última parada o les quedan meses hasta llegar a casa. Mientras veo cómo dejan atrás la ciudad siguiendo al sol que se esconde me gusta observar a la tripulación moverse por la cubierta como si fuesen pequeñas sombras.  

Les digo adiós con la mano queriendo hacerles un homenaje en forma de despedida a esos marinos que tanto tiempo pasan en el ancho mar. 

Me despido por hoy. ¡Espero que hasta pronto!