Hace ya unos cuantos veranos que mis shorts se encuentran solos. Llega el calor y toda la ropa se refugia en el armario hasta que vuelven a bajar las temperaturas. Y los shorts se convierten en los feos de la fiesta, los que nunca se comen un rosco, los que llevan brackets (sí, he pasado por ello). Apenas los acompañaban una camiseta básica y unas chanclas piscineras, y a veces ni eso.
Pero este año es diferente. Han encontrado la compañia perfecta. Un par de calcetines golondrinos. A pesar de ser un flechazo, unas
A lo mejor es así como tiene que ser. Aunque se construya de ilusiones, el amor platónico siempre se disfruta más. Miradas, caricias, sonrisas. Cuando llega el primer beso toda la magia se esfuma. De cerca se ven los detalles y el brillo desaparece. Lo que parecían golondrinas son simples pajarracos atraídos por el destello del sol. Queridos pantalones, lo entenderéis cuando seáis vintage.
Que profundol...
ResponderEliminarWow! que lindo lo que escribiste! :)
ResponderEliminarNuna había pensado en la relación sentimental tan complicada que tienen los calcetines!! Los que más suerte tienen son los que se anudan para meterlos en la lavadora...un torbellino de sentimientos!
ResponderEliminarQué bueno, María!! jajajaj
EliminarUn mundo fascinante el de los calcetines.. jaja
Eliminarajajjajajajja madre mía...pobres pantalones!
ResponderEliminargeniales los calcetineeeeeeeees!
ResponderEliminarbesetes preciosa!
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