¡Qué vida más dura!

Cuando hace frío (sí, sí, hace frío señores...) se me activa el gen quejica, de ahí el título. Pero es que en esta ocasión tengo tooooda la razón.

¿Os habéis parado a pensar lo duro que es ser blogger?

(Y si a parte de eso tienes vida ya ni te cuento...)

Me he levantado a las 9 de la mañana, he visto que nevaba y no podía perder la oportunidad de salir a hacer unas fotos. Pero eran las 9 de la mañana... puf, qué pereza... todo sea por el Bloglovin Award (en la categoría de Most original Blog, claro está)... Así que me he quitado la escarcha del pelo y he corrido desde la cama a la ducha para no congelarme por el camino. Al salir he empezado a ponerme capas: bragas (de cuello alto), sujetador, faja, camiseta interior, medias térmicas, pantalón, camiseta, jersey, calentadores, pañuelo, abrigo, botas, guantes, gorro... He desayunado cual muñeco de michelín y sin pensármelo dos veces he salido a la calle. Si me lo llego a pensar me vuelvo a la cama pero rápido.
Y ahí ha empezado la verdadera odiséa. Lo peor de ser blogger no es pasar frío haciéndote fotos, tener que estar siempre perfecta (como yo aquí, aquí y aquí) o contestar a todos los comentarios (auque a mí no me lleva mucho tiempo). Lo peor es ¡tener que hacerme yo misma las fotos! Y cuando tengo trípode ni tan mal, pero si me lo dejo en casa y tengo que colgar la cámara de un árbol para que salga mi perfil bueno...

- Hola señor... nada, aquí... observando cómo hacen sus nidos los pájaros. Sí, ya se que el árbol está podado... (...) ... Cómo está el tiempo eh... Ui, creo que le llama su mujer. ¡Adiós!

Así que entre esconderme para que nadie me reconozca y vea que me estoy haciendo fotos de flipada a mí misma y calcular cuándo va a saltar el temporizador de la cámara para que no me pille con cara chunga... Esto es lo que pasa:

Y después de las tomas falsas por fin consigo las tan esperadas "buenas fotos", aunque he llegado a la conclusión de que el blanco de la nieve no me favorece nada... ¿O será el madrugón?

El gorrito (no se de dónde lo he sacado, creo que era de una amiga de mi madre) es muy práctico para la nieve o para cuando llueve poco, te evitas el coñazo de llevar paraguas, y sobre todo de perderlo. Y lo que más os gusta es el collar ¿verdad? Me lo han traído mis padres de Senegal. A mí me encanta, pero la extraña prisa que tiene mi madre por ser abuela me hace sospechar que es una ofrenda a los Dioses de la fertilidad o algo de eso, así que me lo pondré en ocasiones muy especiales, por si las moscas...

Y ya que estamos, también me voy a quejar del jardinero. Mira que le he dicho mil veces que me tenga limpita la piscina y que me gusta el jardín bien verde eh. Pues el tío ni caso oye... Ay Jeffrey, Jeffrey...

¡ÁNIMO BLOGGERS!