Pavitis Aguda

El único propósito que me marqué para el 2012 fue dejar de ser una pava. No tengo que dejar de fumar, el gimnasio me da alergia y me gusta mucho el inglés así que voy encantadísima a las clases. Esos son los objetivos típicos ¿no? Pues yo como estoy mu loka me propongo no ser nunca más una pava.

Aclaración. Ser un pava consiste en:
- No llamar a un restaurante para hacer la reserva.
- Llevar un mes sin comer pescado porque me da vergüenza decir: ¿quién es la última? y que las viejas se alboroten y se intenten colar.
- No hablar si hay más de 5 personas en la conversación.
- Reírme de todos los chistes que hace mi suegro.
- Dedicar horas y horas al blog y no decirle a nadie que lo tengo por vergüenza a que lo lean. 
- Ponerme nerviosísima cuando tengo que coger el autobús.
- Un largo etc...
- Ir al Gaztetxe a un curso de serigrafía y no entrar... Esto ya es el colmo de la pavedad. Estuve toda la mañana nerviosa pensando a quién podía engañar para que me acompañara al curso de serigrafía. Puse hasta un mensaje de SOS en facebook pero no dio resultado. Al final, pedí a mi padre que me acompañara hasta la puerta. Yo también pensaba que era mejor ir sola que con mi padre pero en ese momento sentí pánico escénico y empecé a hacer cosas sin sentido. Total que no entré. Antes del curso proyectaban el documental "El guerrero de las basuras" que os recomiendo que veáis. Yo todavía no he tenido tiempo pero si merece la pena me lo agradeceréis y si es una basura (el chistaco), tened en cuenta que en esta vida hay que ver de todo...
Volviendo a mi último episódio de pavitis aguda, yo calculé más o menos y el curso empezaría sobre las 17:00 así que sobre esa hora me dejé ver por allí. De momento las cortinas estaban corridas y el documental estaba a punto de terminar. Cuando acabó y empezó a salir la gente, sentí un cosquilleo. Era el momento de coger el toro por los cuernos y entrar con mi mejor sonrisa dispuesta a aprender la técnica de la estampación. No pude ni ponerme en pié. Le dije a mi padre que hiciera como que le llamaban al móvil. Yo le dije en voz alta: ¿qué dice? ¿que vayamos? Y entonces me levanté y nos fuimos a casita como si nada... Patético ¿no?
Por lo menos aproveché para hacer unas fotillos. Ya que me había puesto súper mona...

Aquí con mi mejor cara de pava. Y de paso huyendo de la situación.

cara de pava con zoom

Sigo con mis prácticas in layering

¡Ya no seré más una pava! ¡Ahora soy una malota!

Para hacer las fotos no me fui a la calle más chunga de Esperanza Sur del Bronx, aunque lo parezca. Son las escaleras que llevan a mi casa, pero ¡somos buena gente! ;-) A mí incluso me parecen inspiradoras... Ya ves... Pero para hablar sobre arte urbano estad atentos, que estoy preparando otro post ¡muuuuy interesante!

Y ahora me voy a ir preparando que tengo que ir al banco a pagar lo de las oposiciones, pero me da palo hablar con la chica de la ventanilla... A lo mejor dejo eso de no ser una pava para el 2037...

¡FELIZ 29 DE FEBRERO!