Es una señal

jueves, 23 de febrero de 2012

Ya os dije hace un par de post (carnavalera) que me había ido a pasar el fin de semana a una casa rural. Fue el típico regalo de navidad que dices: ¡qué buen regalo! Pero luego no encuentras una fecha para utilizarlo y te pones súper nervioso porque va a caducar...

INCISO: me comentaron hace poco que esos paquetitos de multiaventura, o de hoteles con encanto o de restaurantes... sabéis lo que digo ¿no? esos que vienen en unas cajitas muy monas. Pues que luego resulta que vas a canjearlo pensando que vas a comer por la patilla y te dicen que no te dan ni los buenos días porque los de la empresa no pagan. Supuestamente. (que también se aprende algo viendo Sálvame)

Así que al final te vas un finde cualquiera, por ejemplo para escapar del carnaval. Y aquí viene lo que os quería contar sobre el finde. Hay dos noticias, una buena y una mala. Y no es un chiste. A mí por lo menos no me hizo ni piiiii gracia.
¿Cuál queréis primero? Bueno da igual, no nos vamos a poner a hacer una encuesta. Esto se llenaría de comentarios y habría que hacer el recuento ante notario y toda la movida, así que mejor consulto con Me con Myself y con Airin y decidimos. ommmmmmmmm (sonido de estar decidiendo).

Decidido.

Primero la buena noticia. Pues la buena noticia es que me lo pasé muy bien. (Tanto misterio para decir eso, es que ya no sé ni cómo rellenar el blog...)
Al llegar a la casa tuvimos que esperar un poco a que nos prepararan la habitación y aprovechamos para hacer algunas fotos de los alrededores. Era un entorno genial y desde allí podíamos ver la cima del Txindoki nevado. ¡Qué maravilla!



El sábado aprovechamos para ir a ver la exposición de prendas que 12 diseñadores vascos han hecho en homenaje a Balenciaga (esto me lo guardo para otro post, que sino va a ser demasiada chapa hoy). Así que más fotos del finde.



También nos dio tiempo de ir a Tolosa a disfrutar del ambiente carnavalero. Me pareció genial que todas las casas estuvieran decoradas con telas tan coloridas.


Encima vimos la tamborrada infantil y la de mayores, ¡qué motivada me piyé!
Qué bonito todo ¡eh!

Pues ahora la mala noticia. Lo siento, está todo demasiado reciente y no tengo fuerzas para decirlo con palabras. Así que ahí va una frase fantástica, que creo que todavía no había dicho en el blog. Una imagen vale más que mil palabras:

En la foto intentaba poner carita de pena pero parezco una vieja sin dentadura...
¿Será una señal para comprarme el fiat 500? (sí sí, ahora mismo voy al concesionario y me compro media docena)

De momento el cochecito sigue en el taller. Hay que ver estos mecánicos que lentos son. ¿Tanto cuesta cambiar un plasticucho que se ha partido? ¡Eso lo hago hasta yo! Y luego encima ¡me cobrará un ojo de la cara! Por lo menos el taxista nos dio conversación (muy amena por cierto. que si la real, que si el athletic, que si la real, que si el athletic...) durante la hora que duró el viaje...

¡Qué buen final de escapada romántica!

2 comentarios:

  1. Qué pena!! con lo chulas que son las fotos y el paisaje.
    Yo hace un par de años me cargué mi seat panda, qué pena me dio, le tenía un cariño...

    Oye, puedes quitar lo de la verificación de palabra para comentar? es muy incómodo

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    1. ¡Hecho! Tus deseos son órdenes para mí. Curioso como obedezco a alguien que no conozco de nada. Voy a empezar a preocuparme... Pero bueno, para una persona que me lee tendré que tratarla bien... jiji

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¡Gracias!