Cuando el arte te pone los pelos de punta

martes, 11 de noviembre de 2014

No tengo ni idea de arte. Muchas veces no entiendo lo que veo. Sólo sé si me gusta o no me gusta, si me emociona o si me deja con cara de tonta. 
Cuando visito un museo, paso más tiempo en la tienda que en las salas de exposición. Bueno, igual aquí me he pasado, pero lo que quiero decir es que no soy de las que ponen cara de interesante y se alejan del cuadro y asienten mientras ponen morritos. 
A pesar de ello me gusta ir a los museos.  De vez en cuando encuentro piezas que me emocionan de verdad y que me hacen sentirme bien. Una de ellas es ésta que comparto con vosotros y que flipé cuando vi en el museo Guggenheim de Bilbao. 

Es una performance del artista islandés Ragnar Kjartansson. Grabó a algunos de sus amigos músicos en una casa abandonada cerca de Nueva York. Cada uno en una habitación y tocando la misma canción de forma individual. En el museo estaba expuesta en nueve grandes pantallas en las que el sonido se iba solapando y creando un ambiente increíble, que me puso los pelos de punta como pocas obras de arte lo han hecho. Un momento emocionante en el que sientes que el corazón te arde. Es como estar dentro de esa misma casa con tanto encanto y sentir las vibraciones de la música en cada hueso del cuerpo. Una pasada. 

vía



 

2 comentarios:

  1. Que chulo Irene!! La verdad es que yo tampoco entiendo demasiado de arte y como dices hay pocas obras cuando vas a un museo que realmente te llenen.
    Ya siento que no hayas sido la ganadora del sorteo. Asi que como me apetece... me encantaria pasar un rato contigo. Podemos montar una sesión de fotos si te parece. Hablamos!! Muaks

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    1. Ruth !!! Me encantaría!! Suena muy divertido! ;) Te escribo ahora! Un beso!

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