En Alemania hemos visto muchas tiendas bonitas. De esas que entras y el buen gusto de todos sus objetos te hacen sentirte bien. Queríamos comprarnos todo, pero el espacio era limitado,
ya sabéis. Al final optamos por unas lámparas (si se pueden llamar así...) para el salón y un detallito para la habitación.
Ahora ya tenemos la estrella que iluminará nuestro mundo y vigilará nuestros sueños.
Preciosa Irene! Envidia de casa :P
ResponderEliminarGracias Ana! Aquí os espero!
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