Brunch en Lanificio San Salvatore. Torino.

domingo, 18 de mayo de 2014

Esta es la tercera y última entrega de nuestro viaje a Turín. Podéis ver las anteriores aquí y aquí. 

Nuestro último día en Turín lo exprimimos al máximo. Visita al museo egizio, compras de última hora y brunch en Lanificio San Salvatore.

Hace algunos meses no sabía ni lo que era, y ahora ya soy una loca aficionada de los brunch de domingo. ¡Cómo son las cosas! Es que me parece una idea genial. El sábado cenas fuerte, sales, llegas tarde... y la verdad es que el domingo tienes pocas ganas de desayunar un cafecito. Lo que de verdad apetece es estar en la cama hasta las tantas, pegarte una ducha y salir a comer algo en condiciones. ¡Darle un caprichito al cuerpo!

Lanificio San Salvatore no puede ser más bonito y lo que comimos me encantó. ¡Con buffet de nutella! Una locura...  Os dejo las fotos para que podáis disfrutarlas!


PANCIA PIENA E CUOR CONTENTO!

Torino, la ciudad bajo los alpes

viernes, 16 de mayo de 2014

Puede que no sea el mejor tema para un viernes por la tarde, pero tengo que contarlo. Tengo un problema. En el post anterior os enseñé mi abrigo os dije que os enseñaría fotos de mi viaje a Turín. Y el problema viene ahora. A mí me gusta compartir las fotos de mis viajes y escapadas pero no sé cuál es el momento perfecto para ello. 

Si lo hago a los dos días de volver, parece que estoy loca por restregaros las fotos y enseñaros lo bien que lo he pasado. Entonces, pienso, ya las enseñaré dentro de unos días. Pero cuando pasan los días, pienso que ya no viene a cuento enseñaros fotos de hace semanas. un lío. Total, que mi duda es si debo o no debo enseñaros fotos de mis vacaciones o de los sitios que visito. Dicho esto, el sentido del blog es entretenerme/entretenernos con estas historietas... y si no comparto eso, la cosa perdería su gracia...

La verdad es que este fin de semana no me viene bien tener una crisis existencial, así que haré como que aquí no ha pasado nada y seguiré contando mi vida en este, mi querio blog. Aquí las mejores fotos de mi viaje a Turín.



Muchos me dijeron que Turín no tenía gran cosa para ver, pero a mí me ha parecido una ciudad gris pero preciosa. Teníamos unos grandes anfitriones que nos han enseñado cada rincón, y así los viajes, se disfrutan el doble.

Visitamos focaccerías, pizzerías y creperies en el quadrilatero, tomamos helado en los parques de San Salvario, vimos Torino desde Superga, visita al museo egizio... Y lo más impresionante de todo, los alpes. La vida en esta ciudad transcurre bajo los kilómetros de arcos de sus edificios, pero en cuanto hay un momento de descanso, salen buscándo un poco de luz. Si sacas un poco la cabeza, se ven los increíbles montes nevados y te recuerdan que nada es tan importante. Da igual todo lo que suceda en la ciudad, ellos seguirán ahí impasibles, vigilando desde muy cerca cada paso que damos.


¡Al final he puesto más fotos que nunca!

¿Para qué hacerme tantas preguntas si puedo irme a cenar pizza con mis amigos?

¡QUE DISFRUTÉIS DEL FINDE! ¡El domingo os espero con un brunh muy especial!

Me, Myself, Airin & mi abrigo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Cada vez somos más por este blog. No me refiero a más lectores (que también) sino a Me, myself, Airin y ahora también mi abrigo. 

Hace ya algunos días que no me lo véis por instagram, el calor nos ha separado, pero solo por un tiempo. Os cuento la historia porque no es el típico flechazo en el que surge el amor a primera vista. Esto es más profundo que todo eso. Ha sido un abrigo muy deseado, llevaba mucho tiempo esperando tenerlo. Siempre he querido tener un abrigo resultón, que me pegara con todo y no le salieran pelotillas a la primera de cambio. Que los flechazos en Stradivarius estan bien, pero la convivencia es dura y poco a poco te vas dando cuenta de que ese abrigo que parecía tan bonito, ahora te da calambres y termina en el fondo del armario.

En esa escapada que hice a Madrid, encontré la tela perfecta, y en ese momento empezó todo. Coger las medidas, crear el patrón, cortar, coser... He creado el abrigo a mi medida y gusto, y disfruté tanto creándolo que me he hecho otro. Pero no ha sido una infidelidad, el primer abrigo siempre será el primero. Viene conmigo a todos lados, y aunque aquí ya empieza a hacer calor, he aprovechado nuestro viaje a Turín para llevármelo de turismo.

Las fotos las hicimos en la Piazza San Carlo, donde según nos dijeron vive nuestro amigo Yori. Me ha gustado mucho Turín, si os interesa y si no también escribiré un post en breves (o cuando pueda).


¿Qué os ha parecido la historia de amor verdadero entre mi abrigo y yo? Seguro que a más de uno se os han saltado las lágrimas. ;)