El baño está sobrevalorado

martes, 25 de marzo de 2014

El viernes pasado quedé con mis amigas de la uni para darnos el regalo de amiga invisible. Ya, ya sé que lo normal es hacerlo en Navidad. A nosotras también nos pareció eso, pero entre que una no podía y que a la otra le surgía algo en el último momento, no hemos podido quedar todas hasta Marzo. ¿No dicen que el espíritu navideño debe tenerse todo el año? Pues nosotras tan pichis con nuestros regalitos de primavera, oye.

Entre regalo y regalo aparecieron algunos jabones efervescentes y sales de baño. Y con esto llegó nuestra charla sobre lo idealizado que está el baño. Yo conté mi propio testimonio que ahora también comparto con vosotras:

Aunque parezca triste (o no tanto), solo me he bañado una vez. Y obviamente no he repetido porque la experiencia ha sido de todo menos glamourosa. Hay varias razones por las que no me gusta bañarme. 

Calcular la temperatura exacta es una ciencia. O te congelas o te abrasas. Cuando crees que el agua está en su punto, entras y pegas el culo para no escurrirte mucho. Colocas la cabeza en una toalla como puedes y cierras los ojos. Ahí llega lo mejor. Te metes pensando que te vas a relajar y acabas de los nervios porque no puedes hacer nada. Piensas: este es tu momento, disfrútalo. A los dos minutos ya estás aburrida y empiezas a pensar qué puedes hacer. ¿Leo un libro? No, que se me moja. ¿Escucho música? No, que igual se me cae el auricular del walkman y me electrocuto. Está claro, no hay nada que hacer, solo relajarte. Ya... pero para cuando quieres darte cuenta, el agua ya se ha quedado helada, tus pezones están para cortar cristales y los dedos de los pies más arrugados que la cara de Fernández de la Vega (antes de estirarse, se entiende). Te sientes tan ridícula que con tu mejor cara de digna te agarras a todo lo que puedes para no resbalarte y coges la toalla. No sin antes salpicar todo y ponerlo como la piscina de un polideportivo.




Febrero, tampoco eres tan malo

miércoles, 12 de marzo de 2014

Febrero es un mes raro. Llega sin enterarte después de un Enero caótico. Te vas dando cuenta de que no cumplirás ni la mitad de los propósitos de año nuevo, algo que te agobia y te relaja a partes iguales. 

Pero también es un mes considerado. Sabe que no tiene mucha importancia y así como viene, se va. Cada cuatro años se da el gusto y nos acompaña un día más pero normalmente es breve en su visita.

Todo esto está muy bien. Lo de hablar de un mes como si fuera un señor entrañable, digo. 

¿Pero sabéis qué es lo mejor de Febrero? Que aunque el mes es más corto, la paga mensual es la misma. Es decir, que a fin de mes me sobró algo de dinero (poco habitual) y pude pegarme un caprichito. 

It de Alexa Chung ha llegado hoy. Ha sido un gran autorregalo. Ya he empezado a leerlo y me está encantando, así que ya os contaré. Y es tan bonito que queda genial en el salón. Además me ayudará a practicar inglés, que el examen está a la vuelta de la esquina! ¡nooooooooo!
 
  Y ya casi estamos a mediados de Marzo. Me temo que este mes no habrá autorregalo. Demasiada vida social... ¡Ja!

Yo y mis cejas, una historia imposible

domingo, 9 de marzo de 2014

Lo mio con mis cejas no tiene nombre.

(Os tenéis que imaginar que digo esto al más puro estilo "señora super indignada").

A principios de año me propuse decir adiós a mi ceja para volver a tener dos. Lo que no me imaginaba yo es que me iba a costar tanto. No sé si es por cariño o que soy más torpe que otra cosa en las cuestiones de belleza pero mis cejas me traen por la calle de la amargura (vuelve la señora indignadísima).

Ya sé que estaréis pensando que también podría ir a un centro de estética pero no es tan fácil. Antes confiaba en mi prima, pero desde que estoy en Bilbao, no me he atrevido a ponerme en otras manos. Es que son todo inconvenientes. Me lloran los ojos, me quejo cada vez que me duele un poco, me pica la nariz, se me pone la cara tan roja que luego tengo que ir por la calle con la marca... Un drama. 

Total, que lo he intentado en casa, y ha sido un desastre.  Parezco nueva, oiga. Pero es que empiezas por la derecha, un pelo por aquí, otro por allí, aquí me sobra uno, aix, ese no era, otro pelito más, venga uno más. Vaya, que me he quedado sin ceja. Y lo peor es que me tengo que dejar la izquierda igual. Imposible. 

Con este tema tan agradable y a la vez íntimo, lo único que quiero decir es que hasta dentro de algunos días no habrá selfies en mi instagram. Lo siento. Debe pasar algo de tiempo para que vuelva a estar presentable. Para que no me echéis mucho de menos os dejo un recopilatorio de mis mejores caretos. (últimamente tengo el ego disparado, me lo haré mirar...)
Ójala fuera yo Cara Delevingne (Pero sin drogas. Y sin ser amiguita de Karl Lagerfeld. No sé, me da mal rollo ese tío.), que le quedan bien esas cejotas negras. Creo que lo más cerca que estaré de esta gente será en un super, pero el de mi barrio.

Razones por las que quiero que llegue el finde

jueves, 6 de marzo de 2014

Hoy es jueves pero ya casi viernes. Y el viernes ya se puede considerar fin de semana. Así que podemos decir que ya casi es finde. Le he cogido mucha manía a la palabra juernes, me parece de pringaos. Y todavía peor me parece decir jueves social. El pintxopote tampoco me convence (aunque hoy lo he practicado), así que yo prefiero hacer una lista de las cosas que me animan para pasar la semana.

Razones por las que quiero que llegue el finde

Está muy bien eso de disfrutar del día a día pero hay semanas en las que, o pones la vista en el fin de semana o parece que no llega. Esta ha sido una de esas semanas para mí, y esto lo que me ha motivado a llegar con ganas al viernes!



Que no te engañen, emprender no es fácil.

lunes, 3 de marzo de 2014

Si estás pensando en montar tu propio negocio, te interesa leer esto:  


Emprender no es fácil.

(El otro día os quitaba las ganas de San Valentín, y hoy os digo esto.)

Lo siento, alguien tenía que decirlo. La vida no es tan wonderful como nos la pintan en los blogs en la tele.

Cada vez se oyen más experiencias de gente que decide dejarlo todo (algunos lo único que dejan es el sofá de su casa) y llevar a cabo una idea que es la ilusión de su vida. Eso está muy bien, tenemos que buscar lo que nos hace felices, pero sin pasarnos. Como decía mi madre: "Hija, en esta vida habrá cosas que tengas que hacer aunque no te gusten." Se lo decía más a mi hermano, que siempre ha sido más pieza que yo, pero a mi me tocaba escucharlo igual. 

Puede parecer bonito tener tu propia empresa, hacer fotos bonitas y subirlas a instagram, pero detrás de todo eso hay mucho trabajo "sucio" que no se ve. Preocupaciones y responsabilidades que nadie nos quiere contar. 

Con esto no quiero desilusionar a nadie, y me gusta mucho ver cómo la gente joven (o no tan joven) se anima a construir algo en lo que realmente cree, pero siempre con los pies en la tierra (aunque sigas soñando), con mucho trabajo, esfuerzo y compromiso. En eso ando... preparándome para el futuro.

Temporada Baja (VIDEO!!!)

sábado, 1 de marzo de 2014

El verano está muy bien. Haces la maleta y te vas quince días a tu piso de la playa. Disfrutas de comidas a las tantas, baños, fiestas, siestas... Llega septiempre, bajas las persianas, apagas luces, desconectas el frigo, otra vez la maleta y vuelves a casa.

Sí, el verano ha estado bien. Los hoteles se vacían y las urbanizaciones se cierran. Pero no desaparecen. Se quedan allí, esperando a que podamos disfrutar de ellos el próximo año.

Estos pensamientos me surgen tras el temporal, al oir frases como: "la playa ha quedado destrozada, esperemos que para el verano la hayan arreglado". 

No importa el impacto medioambiental o el trabajo de los pescadores, lo que nos preocupa es que no pueda estar lista para cuando nosotros queramos disfrutarla. Debe estar perfecta cuando en nuestro calendario ponga que tenemos vacaciones. ¿Qué más da lo que ocurra en ese lugar el resto del año? 



Noja tiene unos 2.500 habitantes. En época estival llega a los 60.000. En invierno es un pueblo fantasma. Impresiona ver tantas casas cerradas, hoteles desangelados y calles deshabitadas.

¿De verdad merece todo ese montaje para pasar un mes de verano?