La cosa empezó con un cactus.
¡Qué bien! ¡Mira qué bonito tenemos el cactus! ¿No crees que ahí quedaría muy bonita una palmera? ¡Pues sí que quedan bien las plantas en casa!
En nuestro lindo hogar todavía nos quedan muchas cosas por hacer. No hemos querido llenar la casa sin ton ni son pero la verdad es que una de las primeras cosas que nos ha pedido el cuerpo han sido las plantas. Le dan mucha alegría a la casa y el verde pega con todo!
Nos fuimos animando poco a poco. Lo cierto es que nos pegó un subidón del quince y nos volvimos locos queriendo decorar nuestro jardín. Nosotros le llamamos jardín, pero es un balcón de 2m. (pequeñas cosas que nos hacen felices). Tanta fue la emoción que cogimos el coche y nos fuimos al vivero.
¡Cuántas plantas! ¡Qué bonito nos va a quedar nuestro jardín (ya sabéis, balcón)! ¿Trasplantamos ese perejil a esta maceta? ¡La palmera está preciosa! Bua, de aquí nos van a salir unas flores amarillas maravillosas...
Todo parecía idílico. Hasta que han pasado las semanas y nuestro precioso jardín se ha convertido en un cementerio de plantas. Ahora sí que es un triste balcón. Algunas ahogadas, otras más secas que la mojaba. He mirado y remirado las macetas y por ninguna parte aparecen las instrucciones. He pedido consejo a las mujeres de la familia y dicen que la planta te pide el agua que necesita. Pues debo de estar sorda porque a mí no me pide ni gota. No se me ocurre otra cosa que esperar a primavera y que todo florezca de manera natural (como en los cuentos).
¿Algún truco o secreto que nos pueda ayudar?
*También he seguido el consejo de cantarles por las mañanas. Pero esto no se lo voy a decir a nadie porque me temo que ha sido el motivo principal de que se mueran todas... ¿no les gustará la pantoja?
