Pues he tardado tanto porque este fin de semana ha sido el primer chapuzón (también el último) del verano. Estaba viendo que llegaba el otoño y que no había pisado la piscina y me estaba poniendo nerviosa. Daba por hecho que este año no gritaría en el mar por el miedo que me dan las olas (para mí es un subidón de adrenalina). Pero como las mejores cosas llegan cuando menos lo esperas...
¡El fin de semana ha salido el sol!
¡Y ahora toca disfrutar del otoño!